La mujer Chukchi se casó con el sol, pero un escarabajo negro la conención de que intercambiara su ropa. El sol pensó que el escarabajo era su mujer y se la llevó a casa. La mujer auténtica dio a luz un hijo, que buscó a su padre. Luego el sol mató al escarabjo y volvió a tomar a su verdadera esposa. Cuando añoraba su casa, el extendía un rayo de sol hasta la tierra para que pudiera descender y visitar a su padre. Los Inuit piensan que el sol es femenino y según un mito muy extendido fue violada por su hermano, la luna.